La chica en la cama y ella

Como fentanilo

abriéndose paso 

por la nariz. 

Gotas negras 

en el lavamanos. 

No hay puerta 

tras la que se escuche mi llanto.

Ni siquiera puedo distinguirlo. 


Salgo de mi casa, 

mente nublada

en mano, 

camino a otra, 

que no consigo

conectar con la palabra hogar


Una cama húmeda y vieja, 

un hombre sin nombre,

sin cara, 

al que no conozco. 

No puede ser más difícil 

que conocerme, 

a mí misma. 


Comienza el juego. 


Entrego mi cuerpo 

para en un futuro 

cautivar el tuyo.

Mi cuerpo mas no mi mente. 

Ella sale de la piel,

como el alma,

arrastrándose por las paredes

y me observa desde arriba. 

Narrador en tercera persona. 


Ella lo ve todo.

Ojos repletos de asco, 

dolor, 

rabia,

por lo que ella misma se hace. 


No hay placer, 

no hay ni una mísera palabra,

solo la fuerza de los labios

cerrándose cuan corazón,

por no sollozar.  


"Para", "para"

"para"

le dice ella.


La chica en la cama

continúa inerte. 

Se merece lo que ocurre.

Jamás podrían

disfrutar de su compañía

de ninguna otra forma.


Si sigue,

logrará sentir algo

Si sigue, 

logrará hacer sentir algo. 


La chica en la cama, 

nunca supo convencerse 

de que su mente 

es suficiente. 


Ella vuelve al cuerpo,

aturdida, 

temblando. 

"Ya está" 

Se marchan.  

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