Pasado

 “Ambos están convencidos,

de que los ha unido un sentimiento repentino.

Es hermosa esa seguridad,

pero la inseguridad es más hermosa.

Imaginan que como antes no se conocían

no había sucedido nada entre ellos.

Pero, ¿qué decir de las calles, las escaleras, los pasillos

en los que hace tiempo podrían haberse cruzado?”

Escribía Szymborska, y es cierto. 

¿Qué asegura que tal grado de pasión

no ha sido incentivado por toda una Historia

previa? 

He debido verte antes.

Mucho antes. 

Por ende esa inminente entrega 

de mi alma y persona hacia ti.

Visité tu ciudad a los seis, ocho y diecisiete años.

¿Quién dice que no me empujaste en algún parque

al acaparar el columpio?

¿O te burlaste de mi acento con tu padre?

O tal vez hemos ya tomado café 

espalda contra espalda,

sin reparar en tu ondulado pelo rubio.

Más tarde, en mis veinte, ambos visitábamos Varsovia. 

Separados pero, ¿y si ya hemos estado, sin saberlo, juntos en un espacio y tiempo?

En los mismo museos, o sentados frente al monumento 

a Chopin en la Avenida Ujazdów.

¿Y si el ámbar de mis ojos

se ha quedado ya antes encadenado en el azul de los tuyos, 

y simplemente no me diese cuenta entonces?

 

Me fortalece tanto el haber adivinado

a través de la poesía,

que fui tuya desde siempre. 

Solo eso justificaría el nivel de locura que alcancé,

al finalmente abrazarnos siendo conscientes

de que éramos nosotros. 

Viéndonos al fin.

 El uno al otro. 

Ahora te has ido, como advertiste.

Debo irme también.

Borrar lo que he sido hasta después de lo que fue.

Las vivencias que me convirtieron,

durante toda una vida,

en quien quisiste. 

Todo detalle de mí que aún recuerdes.

que te haya pertenecido,

y haya influenciado mi personaje en tu conciencia.

Han de desaparecer. 

Mi nacimiento, que nos destinó a conocernos.

Mi infancia, la cual te confié. 

Mis miedos, de los cuales me protegiste.

Mis sueños, los cuales apoyaste. 

Mi existencia. 

La que has cambiado.

Te has ido, y contigo, lo que fui. 

Jamás sonreirás ante mis nuevas palabras, 

Pues no las escucharás.

Jamás volveré a presentarme, 

Pues no tengo pasado.