romance.

No le conozco,
y sin embargo
cuánto ha abierto mis ojos.
Cuánta belleza encuentro
en nuestras largas charlas,
que como estrellas brillan
en mi mente cada noche,
haciéndome sentir reconfortada.

No le conozco,
y sin embargo
qué miedo le tengo a la despedida
cuánto temor ante lo incierto,
ante no saber si,
algún día,
volveré a conectar mi alma con alguien
de la manera en que lo he hecho
con él.

Paseo y me encuentro
dos sillones entre árboles,
juntos,
como si siempre hubiesen
estado destinados,
a no separarse.

Ojalá nosotros
seamos como
esos sillones.
Ojalá se sienta igual que yo.
Ojalá no tener
que separarnos.

No le conozco,
y sin embargo
cada mañana toda yo ansía verle.
No le he besado,
y sin embargo,
todo mi cuerpo quiere hacerlo.

No le conozco
y sin embargo
cuánto ha abierto mis ojos.

No le conozco,
y sin embargo
cuánto deseo hacerlo.

Comentarios

Entradas populares