quién, cuándo, dónde.
¿A quién pertenece ahora
tu cuarto?
Quién mira por la ventana
a la entrada del teatro.
Hace café en los fogones.
Seguirán las sábanas, ya lavadas
cobijando
o descansarán en unas nuevas,
sin historia o resto de nosotros.
Quién se sentirá sobrepasada al verte,
escucharte, mirarte.
Quién te hará amarla, elegirla,
arriesgarte.
Cuándo volverás,
qué pasara entonces.
Cuántas nuevas anécdotas
llenarán mis oídos
como cristales rotos.
Qué papel jugaré en tu vida,
cuánto durará esta pasión intacta,
refugiada en una memoria que te pertenece.
Cuán desconocido
será tu ahora.
Cuán disparatado seguirá
resultando
este amor.
No hay nada que podamos hacer,
seguirá siendo alimentado
por el recuerdo del alma.
Cuán agradecida estoy,
arrodillada lo declaro,
de conocer la pureza del sentir
a través de lo que fuimos.
No habrá realidad,
mientras el mar siga legando,
en la que no nos piense.
Qué esperanzados se amalgaman
a mi alrededor.
¿A quién pertenecería
más que a ti?
Quién se cobijará en mis sábanas,
más que tú,
esas con historia y resto de nosotros
Quién seré,
más que la mujer creada
a través de tu tacto.
Quién habría sido
de no habernos mirado nunca,
como esa noche.
¿Dónde empieza la realidad?
El hoy.
¿Dónde quedaron aquellos días?
El entonces.
Donde aquello de lo que vivo
tomaba lugar.
¿Dónde dormirás esta noche?
Cómo quisiera volver
a tu cuarto.
Mirar por la ventana
a la entrada del teatro.
Hacer café en tus fogones.
Beberlo de tu boca.
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