Ahogada.

Mi pecho se contrae cada vez que veo aquello que me rodea, no es lo que quiero ver.
Todos los días las mismas caras, las mismas paredes, los mismos edificios, las mismas personas incapaces de imaginarse una vida más allá de esta maldita ciudad.
Cada día la rutina se repite.
No puedo entender cómo logro sobrevivir a lo mismo año tras año, supongo que aún me queda esperanza, algún día me iré de aquí, veré todo lo que quiero ver, conoceré gente que sepa mantener conversaciones interesantes y que tengan la mente abierta, cantaré sentada en un acantilado, visitaré Japón, puede que incluso Noruega, intentaré ayudar a otras personas, a animales, e intentaré convencer a otras personas para que también lo hagan. Trataré de ser la voz de todos aquellos que la tienen silenciada por la sociedad, y trabajaré duro para que mi estancia en el mundo valga la pena.
Es por eso por lo que no puedo esperar, me siento ahogada estando siempre en el mismo sitio deprimente, cuando quiero hacer tantas cosas. Leo, escribo, sueño, imagino, pero por mucho que intente ver más allá y confiar, creo que la negatividad de esta ciudad me oprime.
Espero de mi vida que esté llena de conocimiento, de lugares visitados, y sobre todo, espero de mi vida el compartirla con aquellos que lo necesiten, dar mi mano a todos los que añoren sujetarla.
Vivimos en un mundo tan cruel que en muchas ocasiones me pregunto cómo hemos logrado hacernos con todo, y entonces recuerdo que siempre ha sido haciendo daño a otros.
Quiero ser el hombro en el que lloren familias que lo necesitan, niños y adultos, enfermos, cualquier ser vivo.
Quiero ser amiga de la naturaleza que nos rodea y saber valorarla, ya que ella nos perdona todo aquello que le hacemos y a cambio nos da agua, comida, oxígeno, entre otras muchas cosas.
Quiero conocer todas las culturas posibles, viajar, enriquecerme.
Quiero tantas cosas que cada segundo siento que no pertenezco a ningún lado, sino a todos.
Supongo que por ahora, tendrá que bastarme estar sentada sobre una roca en una colina viendo el atardecer que otras muchas personas estarán observando también, sabiendo que algún día, sobrevolaré ese cielo y haré de mi vida, una verdadera vida.
 No hay mejor forma de alcanzar la felicidad que ayudando a otros sabiendo que realmente, eres importante para alguien, has cambiado y mejorado la realidad de personas.

"A medida que crezcas, descubrirás que tienes dos manos; una para ayudarte a ti mismo y otra para ayudar a los demás." - Audrey Hepburn.